La Conchinchina era el lugar, nunca supimos si real o imaginario, al que nuestras madres se referían cuando querían hablar de algo que estaba realmente lejos: “He tenido que ir hasta la Conchinchina”.
Pues bien, existe una región al sur del actual Vietnam que se llama así; el nombre procede del francés Cochinchine, sin ene en la primera sílaba. El exotismo de la palabra, unido a la lejanía del país, acabó por identificarla como sinónimo de lugar remoto.
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